miércoles, 31 de octubre de 2012

La música en los niños.


La música es un lenguaje y para el niño es un medio expresivo y de comunicación, pero más aún es una forma de vínculo con los otros. El niño, además, es capaz de integrarse activamente en la sociedad, porque la música le ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de sí mismo y del entorno, y ampliar su mundo de relaciones. La música tiene el don de acercar a las personas.
Para los niños, la música genera experiencias sensoriales que permiten a los niños reconocer su cuerpo, sus múltiples posibilidades de movimientodesarrollar coordinación y equilibrio. También fortalece el desarrollo del lenguaje a través de rimas, canciones y onomatopeyas, al tiempo que se convierte en un espacio en el cual los niños socializan e interiorizan diferentes conceptos que hacen parte de su vida cotidiana.
Día a día las canciones acompañan al niño en su crecimiento. Hay canciones para jugar, para soñar, para imaginar, para sentir, para reír, para dormir, o simplemente para cantar. Algunas canciones facilitan la compresión de conceptos básicos en el desarrollo del pensamiento, incluyendo el espacio, el tamaño, la forma, la cantidad, el tiempo, la intensidad o el color. Gracias a las canciones, lo niños logran interiorizar estos conceptos e incorporarlos en su diario vivir.
En conclusión, la música está en todas partes: en un gesto, un movimiento, una voz, una palabra. Es fundamental en la experiencia temprana con niños ya que acompaña los procesos de crecimiento y da lugar a infinitas manifestaciones; vinculares y sociales, emocionales y de aprendizaje.

sábado, 27 de octubre de 2012

Enseñar no es transmitir conocimientos.




Enseñar no se hace sólo de ciencia y técnica. Se requieren otras cosas, como respeto, tolerancia, humildad, el gusto por la alegría y la vida, la apertura a lo nuevo, la disponibilidad al cambio, la perseverancia, el rechazo a los fatalismos, la identificación con la esperanza y la apertura a la justicia.

Enseñar no es transferir conocimientos, y aprender no es repetir la lección dada. Hay que experimentar, comprobar y construir para cambiar y mejorar. El que aprende es el propio artífice de su formación, con la ayuda del que enseña. Esto requiere ante todo respeto tanto a la persona que quiera cambiar como a la que no lo quiera. 
Al enseñar hay que estar dispuesto a aceptar lo diferente. A pensar que podemos influir en el futuro y no creer que debemos esperar algo inexorable. Aquí juega un papel esencial la alegría en el aprender que genera la esperanza que nos permite luchar por un futuro mejor.
El que enseña también debe estar abierto al gusto de querer bien al que aprende, de apreciar la práctica educativa en la que participa. No le teme a ser afectivo, pero tampoco permite que la afectividad interfiera en el cumplimiento ético de su deber. El que enseña, también aprende en todo momento.

El verdadero educador es un formador y no un mero adiestrador, transferidor de saberes o ejercitador de destrezas. El verdadero educador trabaja con los sueños y las utopías de los que aprenden. Trabaja con personas y no con cosas. 
Por esto, ser maestros es un ejercicio de construcción personal permanente que facilita descubrirse a sí mismo como un ser siempre en formación, con una capacidad ilimitada para crecer como persona y para aprender a amar.
La educación es una toma consciente de decisiones. El verdadero educador apuesta por las mejoras, por la capacidad que tenemos de aprender a pensar correctamente. Se trata de una decisión que no es neutral. Por cumplir con ella lucharán hasta el cansancio. Pero esos educadores también apuestan a la libertad y es por ello que desarrollan su lucha respetando a toda prueba la voluntad del que aprende.

"Donde quiera que existan personas siempre hay algo que hacer, que aprender y que enseñar."

viernes, 26 de octubre de 2012

Educar para no castigar.

Esta imagen tiene una importancia muy grande en el mundo de la educación, de la misma manera en la sociedad. 

Se habla de educar a los niños para no castigar a los hombres. Así podemos entender que la educación es la base de la sociedad. Cómo ya sabemos, dependiendo de la educación que obtiene cada persona, así es su personalidad, su actitud y su persona. 

¿Cuántas veces hemos conocido personas con las que no hemos tenido apenas nada en común? Ya que cada una se a criado en un ambiente distinto. Muchas personas, tienen malos comportamientos y esto de debe a que no han tenido la educación adecuada. Si todas las personas fuéramos educadas correctamente, seguramente no obtendríamos tanta violencia ni tan malos actos. 

También cabe decir, que la educación no lo es todo. Hay personas que tienen malos comportamientos y no es porque así le hayan educado, sino porque de una manera u otra ha aprendido cosas malas y las ha comenzado a introducir en su vida. 

En definitiva,  podemos hablar de que para conseguir a grandes personas, debemos educar correctamente. La educación varía según los tiempos. La sociedad influye en la educación ya que se exigen cambios educativos constantemente. Aveces demasiados cambios producen una difícil coordinación, por lo que no se llegan a conseguir todos los objetivos que se pretenden.

  • Lo que es una persona, se basa en lo que ha vivido anteriormente.

                                                                                      Elaboración propia.


miércoles, 24 de octubre de 2012

Las comunidades de aprendizaje.




Durante una Jornada Internacional que se celebra estos días en Florida Universitària. Esta jornada reúne a profesionales de la educación de distintos países entre ellos, Noruega o Finlandia.

Uno de los profesionales de la educación que ha participado en esta jornada ha sido José Ramón Flecha, catedrático de sociología de la Universidad de Barcelona, Doctor Honoris Causa de West University of Timisora y un reconocido investigador en ciencias sociales en Europa.

Ramón Flecha ha tratado de explicar que el aprendizaje escolar no solo es cosa de los profesores, sino que el logro de la calidad de enseñanza recae tanto en las familias, sociedad… Esto lo añade al hablar de las Comunidades de Aprendizaje.

Las Comunidades de Aprendizaje es un proyecto de transformación de centros educativos para la superación del fracaso escolar y la eliminación.

Para Flecha,  “la formación clave es que el profesorado conozca las actuaciones que dan el éxito tanto en la educación, como en lo social y lo profesional y para ello deben seguir los dictados de la Comunidad Europea. La comunidad científica internacional lo tiene claro pero aquí no aplicamos estos dictados”.  “Habría que organizar el aula de forma interactiva donde la profesora se deja ayudar por otras personas adultas como familiares o voluntariado mientras que los chicos y chicas se enseñan entre ellos coordinados por un adulto”. Esto, según Flecha, genera un aprendizaje vertiginoso y hace desaparecer los problemas de disciplina.

Flecha considera que los profesores deben seguir las actuaciones validadas científicamente y no lo que a alguien se le ocurra.

Por ello, si queremos que los alumnos tengan un buen aprendizaje y esto no conduzca a un fracaso escolar, no solo deben ser los profesores los que les ayuden a trabajar y a estudiar, sino que los padres, la familia, la sociedad… debe de hacer algo para que esto no ocurra.